No estamos seguros de por qué, se produce GDV. El ejercicio físico justo después o antes de comer puede provocar GDV. Se suele pensar que los perros desarrollaban GDV cuando comen demasiado y muy rápido. Otra teoría posible, en los perros que bebieron mucha agua, después de una comida copiosa de pienso seco, causando que la comida se expanda rápidamente, provocando una inflamación del estomago, y mediante un movimiento brusco pendular, el estómago gira sobre sí mismo, provocando una estrangulación evitando la circulación e impidiendo que el perro pueda expulsar todo el aire que tiene dentro. La falta de movilidad normal y de circulación en el estómago, hacen que el cuerpo se vuelva demasiado ácido (acidosis metabólica).
Hay estudios recientes que arrojan mucha luz sobre GDV, y se asocia a ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer GDV.
Los factores más comunes fueron la edad, el más viejo tiene más probabilidades de padecerlo y tener un pariente que lo haya sufrido, esto demuestra que la genética juega un papel muy importante en la enfermedad.
Un factor importante en la alimentación que llamó la atención, fue que aproximadamente el 30% de los casos de GDV de este estudio, podían ser atribuibles al consumo de alimentos secos que contenían grasa entre sus cuatro primeros ingredientes, mientras que el 32% pueden atribuirse al consumo de alimentos secos humedecidos previamente y que también contenían ácido cítrico. El ácido cítrico en el estómago induce a la formación de gases. Así que la elección de una dieta sana y equilibrada, es probablemente, la cosa más importante que puede hacer para prevenir la dilatación gástrica / inflamación del vólvulo y la torsión.
Otro factor a tener en cuenta, fue comer de un plato elevado, a veces sugerido en razas grandes, esto puede hacer que la ingesta de aire sea mayor.
Sorprendentemente, los alimentos secos que contengan harina de carne con hueso entre los cuatro primeros ingredientes disminuyen de manera significativa el riesgo de GDV (53,0%).
Los perros que pueden tener más riesgo de tener GDV, son grandes de pecho profundo como por ejemplo: Gran Danés, Dogos, Schnauzer Gigante, San Bernardo, Ovejero Alemán, Dobermann, Setter Irlandés, Galgos, Airedale Terrier, etc.
Sintomatología en el perro a tener en cuenta:
El perro está muy nervioso se mira la barriga, babea, rasca el suelo, trata de vomitar sin éxito y sin poder expulsar los gases.
Lo nota muy hinchado, cuando golpea su barriga con la palma de la mano, justo detrás de las costillas, se escucha un sonido hueco de tambor.
No pierda mas el tiempo y vaya urgentemente al veterinario, el tiempo es vital, en un plazo de 2 a 4 horas puede tener un desenlace fatal para su perro, si no es atendido correctamente por un veterinario. En ningún caso recurra de los medicamentos caseros o le intente provocar el vómito y sobre todo no presionar el abdomen.
Consejos para prevenir la dilatación gástrica o torsión:
No alimentar a un perro justo antes o después de haber realizado un ejercicio físico intenso, o este agitado por cualquier motivo, como puede ser un viaje largo, dejar pasar unas horas.
Evitar grandes ingestas de comida, a ser posible dos veces al día, y si por cualquier motivo se salto una toma, no le ponga el doble en la siguiente. Controlar que después de una gran ingesta de comida, no beba en exceso y con ansiedad.
Muchos perros que comen de noche y tienen una torsión de estomago sin ser advertidos mientras dormimos, por la mañana sus dueños se encuentran el fatal desenlace. Por eso, en estos perros que pueden tener predisposición a la torsión de estomago, no se les debería dejar comida en el plato por la noche, si ese día no ha querido comer a su hora mejor retirarle el plato. No eleve el plato del suelo.